Era un día frio de verano, uno de esos días raros que aparecen en mitad de Agosto. Cuando desperté, comprobé por mí mismo que el sueño se había convertido en realidad, estaba en otra casa, otro País. Por fin comenzaba la aventura.
Era un día frio de verano, uno de esos días raros que aparecen en mitad de Agosto. Cuando desperté, comprobé por mí mismo que el sueño se había convertido en realidad, estaba en otra casa, otro País. Por fin comenzaba la aventura.