Llega el final de la historia, mis Crónicas de Holanda se terminan y como no podía ser de otra forma había planeado este último día para terminar el viaje en la ciudad de Arnhem.
Crónicas de Holanda: Walibi Holland, toda una experiencia
Quien me iba a decir a mí que con 32 años me iba a montar por primera vez en una montaña rusa. Desde que llegue a Holanda, el temor y el nerviosismo que acompañan siempre a una primera vez se hicieron patentes. Mi gran amigo y anfitrión Hans había conseguido dos entradas para este magnífico parque de atracciones en los países bajos, muy cerca de la ciudad de Ámsterdam.
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El día se levantaba radiante, un sol espectacular alumbraba una mañana que pretendía ser perfecta. Sentado cerca de la mesita de café fumandome un cigarro y practicando uno de los deportes favoritos de los holandeses, contemplar por la ventana el ir y venir de la gente, estaba esperando a que mi compañero de viaje se despertara. Mientras, el teléfono marcaba el número de mi casa, una llamada matutina para comprobar que las cosas a más de mil kilómetros de donde me encontraba iban perfectamente.
Crónicas de Holanda: Holanda, un horizonte inventado.
A veces un viaje empieza donde otros terminan, un álbum de fotos de recuerdo es a menudo lo que acompaña al regreso sin embargo, en otras ocasiones, el camino empieza precisamente intentando dar vida a una colección de instantáneas. Holanda es un país mil veces pintado y retratado y su imagen, fijada en cuadros y fotografías, acompaña a la partida.