Peñarroya-Pueblonuevo, La industria olvidada.

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Hoy en turviaje visitamos Peñarroya-Pueblonuevo para descubrir algunos de sus encantos. Este pueblo, situado en el norte de la provincia de Córdoba, a unos 80 km de la capital, por la nacional 432, que comunica Granada con Badajoz.

El pueblo en sus orígenes fue un cortijo situado en la falda del Peñón de Peñarroya (valga La redundancia). Pero es aquí donde podemos visitar uno de los mayores tesoros de la población. En esta formación, constituida por rocas calizo-cuarcíticas y que da abrigo al pueblo de Peñarroya, podemos encontrar en uno de sus laterales, los primeros signos de actividad humana de la zona. En una cueva que está cerrada al público, por los actos vandálicos que ha recibido con el paso de los años, un conjunto de pinturas rupestres que simbolizan a unos seres humanos adorando a algún dios, si queremos visitarla tenemos que solicitar la llave en el Ayuntamiento, por lo que mi consejo es que la pidáis antes de subir.

Desde la cima, la cual está coronada por una cruz, podemos contemplar el valle del Guadiato en toda su extensión, además del pantano que abarca una gran parte de esta localidad y la vecina de Belméz, donde podemos practicar deportes acuáticos en su club náutico.

El entorno que rodea a la cueva, es espectacular, constituido por bosque mediterráneo, posee gran variedad de senderos cubiertos por la vegetación que da un aspecto atípico a los ojos de visitantes que vengan de otras latitudes de la península.

Peñarroya-Pueblonuevo tiene un entorno natural típico del valle del Guadiato, pero lo interesante del pueblo no es su entorno natural, sino más bien el entorno urbano. Modificado por los Franceses en la época en que la minería en la zona la llevo a ser uno de los referentes de este tipo de industria. Creando el barrio Francés que fue ocupado por los directivos de las empresas industriales y cuya arquitectura se asemeja al bajo pirineo Francés con casas de típicos tejados adaptados y fachadas de ese tipo de construcciones francas.

Este barrio se encuentra en el interior de la localidad y abarca un gran número de calles, llegando desde la parte baja donde vivían los directivos de las fábricas, hasta la parte alta donde se asentaban los capataces y otro tipo de personal cualificado.

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Incluso en la parte más alta de Pueblonuevo, podemos ver una antigua estación con el nombre “Pueblonuevo del Terrible”, que en mi corto entender es una pena que se encuentre abandonada por completo ya que esta pintarrajeada por los grafitis que no creo ni que merezcan ese nombre, es la antigua ruta de la maquinilla.

El premio gordo es el cerco de la fundición, un complejo extraordinario que hizo de esta localidad cordobesa una de las más importantes de la zona, e incluso me atrevería a decir que de Andalucía.

foto cedida por www.carloslorite.com

La aparición de las minas de carbón gracias al perro El Terrible, del cual tomó nombre el pueblo y de que hay una estatua en la plaza conocida como el Llano, favoreció la expansión de la localidad hasta límites desconocidos para su tamaño actual. De hecho hasta Eiffel vino desde Francia para construir el edificio del almacén central, situado en el cerco, había moda parisina por las calles del pueblo, copiada por las mujeres locales de sus nuevas vecinas francesas y una población de unos 24 000 habitantes. Pero llegó la guerra civil y con la importancia de la localidad en cuanto a minería e industria se convirtió en un recuso a conseguir por ambos bandos por lo cual esta zona incluyendo las localidades vecinas de La Granjuela, Valsequillo y Los Blázquez, se convirtió en un frente de guerra, con la consiguiente devastación de todos estos pueblos.

Posteriormente la industria de peñarroya experimento un leve crecimiento, llegando a tener la localidad más de 30000 habitantes, y creando varias industrias entorno a la minería, El Pozo María que se encuentra en la N-432 fue el último en cerrarse, y es el protagonista de un movimiento que todavía se recuerda en la actualidad “LA MARCHA NEGRA”  que llevó a los mineros de la localidad hasta Madrid, donde protestaron por el cierre de las minas, el cual años después se llevó a cabo, y el cual, la empresa Encasur puso a la venta hace muy poco tiempo, aunque hay medidas para impedirlo y convertirlo en un atractivo turístico, cosa que desde turviaje, nos alegra.

El cerco de la Fundición o Fundición a secas como se la conoce en Peñarroya-Pueblonuevo, es un complejo de cual solo quedan en pie algunas naves, y 11 de sus chimeneas, pero si lo visitamos detenidamente podemos hacernos una idea de lo que allí se gestó, el poder de la industria que sostenía a la zona norte del Alto Guadiato.

foto cedida por www.carloslorite.com

Paseando por el interior podemos ver construcciones típicas de la época industrial, y es un gran atractivo para el visitante, nos movemos entre las ruinas y los escombros con sumo cuidado, ya que a veces, podemos encontrarnos con pozos que están abiertos, e incluso fragmentos que se desprenden sin previo aviso y podemos sufrir daños. Pero en definitiva podemos pasar una agradable tarde recorriendo estos vestigios de un pasado cercano.

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fotgrafias cedidas por carlos lorite: www.carloslorite.com

Y claro está aquí es donde debo decir que me parece una lástima que este espacio no se utilice para crear otro tipo de industria de la cual nuestro país es uno de los principales referentes, el turismo. Recuerdo haber oído historias de amigos que han visitado la cuenca del Rhin en Alemania, y me han comentado sobre complejos mineros reconvertidos en zonas turísticas, y es una pena que el mayor exponente de esta industria en la provincia no tenga este tipo de infraestructuras, hablando con vecinos de la localidad me dicen que es que la zona está contaminada y hay que eliminar los restos de los productos químicos, ¿tan grande es la inversión como para que no salga rentable hacerla? ¿De verdad que no hay ninguna empresa privada que pueda gestionar este tipo de movimiento?

No me cabe en la cabeza que esta zona se vea sometida a la despoblación teniendo como tiene un potencial turístico altísimo.

Por otro lado no son pocos los visitantes que vienen a la zona, como por ejemplo fotógrafos con los que he tenido la oportunidad de intercambiar opiniones y me dicen sinceramente que el lugar es perfecto para la realización de muchos tipos de actividades relacionadas con el cine y la fotografía, con lo cual ya no solo sería el turismo, si no la industria del audiovisual la que podría instalarse en la zona creando un atractivo modelo económico que podría levantar la comarca.

Bajo mi punto de vista recomiendo encarecidamente visitar la localidad, y contemplar tanto el barrio Francés como pasear por su plaza y punto principal, El Llano, y por supuesto dejarnos llevar por la historia de La Fundición y sus leyendas, recordando los tiempos de la industria olvidada, y quien sabe si algún día no muy lejano podamos decir que hay una nueva industria en el pueblo y que de nuevo vuelve a ser uno de los referentes de la comarca del Alto Guadiato.

Bonus: Os dejo un video de YouTube, que muestra Peñarroya-Pueblonuevo y Belmez desde el aire.

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