Aquí continua la historia de tres amigos viajando por Croacia, con un coche alquilado que los llevaba sin destino fijo por un país que no conocían, un país que los estaba acogiendo como a uno de los suyos, en ese país en el que no conocían las señales, tan solo un nombre les llamo la atención, Split, una ciudad que se convertiría en su casa.
Que encontrarás en este post
Split una ciudad que se convirtió en nuestra casa.
Desde que decidimos viajar a Croacia, una de las ciudades que teníamos en mente visitar era Split, estaba en nuestra lista desde el principio, pero no imaginábamos que se iba a convertir en nuestra casa durante un par de días.
Mientras íbamos de camino hacia la ciudad, como de costumbre debatimos en nuestro pequeño Skoda si debíamos quedarnos una o dos noches, al final decidimos quedarnos dos noches, nuestra mejor decisión, aunque eso suponía que el ultimo día nos íbamos a dar una paliza.
Cuando reservamos en el alojamiento, tuvimos una pequeña confusión con la tarjeta de crédito, lo cual nos llevó al problema de tener que negociar por teléfono con el dueño de la casa, eso nos supuso que el precio se incrementara un poco, pero a cambio conseguimos camas y habitaciones para los tres.
El caso al final fue que reservamos en un lugar fantástico, un segundo piso con una amplia terraza y unas instalaciones buenísimas.
Llegamos a la ciudad a media tarde, y como no podía ser de otra manera, teníamos que bajar a la playa a pegarnos un buen chapuzón relajante.
Ese iba a ser nuestro plan, bajar a la playa y bañarnos, este día nos tocaba relajarnos y disfrutar de ver pasar el tiempo.
Playas de Split.
Las playas de Croacia son muy diferentes a las playas que estamos acostumbrados en España, en lugar de tener esa arena fina, su arena es húmeda y dura, e incluso hay algunas rocas que te obligan a bañarte con zapatos de goma.
Lo bueno es que puedes andar hasta casi el infinito, con lo cual puedes ir muy lejos de la orilla haciendo pie. Otro de los puntos fuertes es la temperatura del agua, es genial y eso que era septiembre.
Una de las mejores sensaciones que tuvimos fue poder disfrutar de ese momento en la playa donde nos dejamos llevar y nos relajamos muchísimo, hasta que el sol calló regalándonos un atardecer precioso.
Después de la playa nos dirigimos al centro de la ciudad, eso si previa perdida por el camino, es lo que tiene no conocer una ciudad.
Grandes Sorpresas en el centro de Split.
Llegamos al centro de Split con la intención de comprar en un supermercado la cena, pero antes, nos fuimos a ver un poco la ciudad.
Y es que el centro de Split es una pasada, llegamos al palacio Diocleciano, un antiguo palacio romano que se encuentra justo al lado de la catedral.
Cual fue nuestra sorpresa que ese lugar estaba repleto de gente.
Este palacio, rodeado por bares y restaurantes es un lugar que parece mágico. Hace mas de diez años ya, visité la ciudad de Florencia junto con los dos amigos que me acompañan en este viaje.
En ese viaje, descubrimos Santa Croce, donde todos los Erasmus se concentraban por las noches a beber y a pasárselo bien, porque os cuento esto, pues bueno, El palacio Diocleciano es como Santa Croce.
Y esta es la razón que nos motivó, fuimos rápido a hacer las compras y las guardamos en las mochilas, nos compramos varias cervezas y nos fuimos al palacio, allí sentados en una escalera disfrutamos de esas cervezas como si el tiempo no existiera.
Incluso presenciamos una boda, una boda en la que la gente de todos los países que se encontraba allí formaron parte de ella, gritando en sus idiomas los típicos vivan los novios de cada país, incluso nosotros nos animamos.
Música, bailes, gente de todos los rincones del mundo conviviendo unida en un mismo espacio, disfrutando, eso amigos es lo que no tiene precio.
Con el estómago lleno de cerveza y el corazón de felicidad nos fuimos a nuestro alojamiento, para cenar y ducharnos, dispuestos a comernos Split a la mañana siguiente.
Con nuestra compra del supermercado, unos raviolis y unas pizzas (si muy saludable todo pero qué carajo estamos de vacaciones)
Nos fuimos felices a dormir después de una gran charla en la terraza de nuestro apartamento.
Conociendo Split
Llega la mañana, la lluvia amenaza mientras buscamos una casa de cambio en la que conseguir dinero en metálico, es domingo y no hay nada abierto, pero seguimos caminando.
Cerca del centro, en la plaza conocida como la plaza de la fruta, en uno de sus laterales encontramos una casa de cambio con unos precios excelentes que no habíamos visto hasta ahora, cambiamos dinero y a visitar la ciudad.
Comenzamos como comienzan los buenos descubrimientos, disfrutando de perdernos por la ciudad, así que tras varias vueltas, perdiéndonos por estas calles, descubrimos una ciudad maravillosa.
Llena de arcos antiguos, calles estrechas y monumentos por todos los rincones que nos dejaban con la boca abierta.
Juego de Tronos en Split
Volvemos al palacio Diocleciano, donde la tranquilidad no ha vuelto, cruceros desembarcan en la ciudad llenándose este lugar de gente, pero aun así contemplamos su belleza, unos españoles que vienen de crucero nos cuentan sus cosas, que bonita es la fraternidad de los compatriotas lejos de casa,
Descubrimos en los sótanos las mazmorras donde Daenerys Targaryen guardaba sus dragones en la ciudad de Meeren.
La fachada del museo de la ciudad, es donde se inicia la rebelión de los esclavos y también aquí hay muchas escenas de los hijos de la arpía, así que, como auténticos fans nos sentíamos como en un sueño visitando la ciudad.
Un paseo más y a comer
Seguimos nuestro camino, volvemos a subir al palacio Diocleciano por donde habíamos venido, y justo a la izquierda de nuestra posición nos adentramos por un pequeño pasaje para ver una de las maravillas de este lugar.
La esfinge de Split
¿Cómo imaginar que una representante de Egipto se encuentre en Split? Pues resulta que hace mucho tiempo, miles de años, cuando el dueño del palacio dominaba la ciudad, pensó que era buena idea traer esfinges desde Egipto.
Trajo hasta 12, repartidas por la ciudad pero sinceramente, yo solo vi esta, es una preciosidad, esculpida en granito negro de África, casi en perfecto estado.
Con apariencia humana y cuerpo de león esta esfinge es muy curiosa, ya que tiene entre sus manos, de forma humana un cuenco, el cual se cree que era para depositar sacrificios.
Las esfinges siempre me han fascinado, ya que a los viajeros como nosotros nos ponían en apuros, lanzándonos acertijos que resolver y en los que nos iba la vida en ello.
En el museo de Split, se hayan restos de otras esfinges, pero creo que ninguna tan bien conservada como esta.
Lugar para una foto.
Hay lugares especiales en las ciudades donde hacerse una foto, los hay y los usamos, pero últimamente se me antoja hacer fotos en sitios que no son tan bonitos, o no tan bonitos como a los ojos de los demás.
Yo descubrí este lugar que está justo detrás de la catedral y que muestra un poco como pueden convivir estos espacios con las maravillosas edificaciones antiguas.
A mí me va un poco este gusto por la pequeña decadencia que acerca al mundo la verdad de los otros lugares turísticos. Así que me saque una foto de postureo.
Hora de Comer en Split.
Hay muchos lugares para comer en Split, pero nos decidimos por uno en especial, el Pikanterija food Bar, un lugar situado casi en el centro que tiene una comida deliciosa.
Aquí nos pedimos uno de sus famosos sándwich con Jamón, rucula y con queso fundido tipo raclette.
Todo eso metido en un pan que estaba delicioso.
De segundo plato nos pedimos una ensalada con queso mozzarella, espinacas tomate y trufa, que venían en un molde comestible que también esta riquísimo solo hay que ver la pinta que tiene.
Os recomiendo si vais a Split ir a comer a este lugar y disfrutar de su variedad de comida, que a nosotros nos gustó muchísimo.
Reloj de 24 horas
En la Puerta Férrea, en una de sus columnas encontramos este maravilloso reloj de 24 horas, a diferencia del resto de relojes, este da solo hace el circulo íntegramente una vez al día, la curiosidad es que solo existen 4 relojes de este tipo, 3 estan en Croacia y uno en Venecia.
La estatua de Grgur Ninski
Tengo que confesar que no conocía la historia de este hombre, pero que su estatua en Split me impresionó tanto por su grandeza como por su historia, es una de las estatus que tienes que ver en Croacia.
Grgur Ninski Fue un obispo que vivió durante el siglo X y que introdujo el lenguaje croata en las misas. En aquellos tiempos el Vaticano estaba tratando de evangelizar el territorio de los Balcanes y la gente estaba obligada a asistir a misa; esfuerzos que no tenían mucho éxito, pues las misas se daban en latín y la mayoría de la gente no las entendía.
Grgur Ninski logró con su iniciativa aumentar la influencia del catolicismo y, sin embargo, su postura le valió la enemistad del Papa y la iglesia vaticana, que consideraban que la misa solía podía darse en latín y no en las lenguas “vulgares”.
Su estatua muestra una postura desafiante y está situada colocada frente a los jardines de la puerta norte de las murallas, la llamada Puerta Dorada.
Tiene la mala fortuna de que es considerada como señal de buena suerte tocarle el dedo del pie izquierdo (practica irresponsable que esa destruyendo muchas estatuas en el mundo) así que ya sabes, si vas no le toques el dedo, y colabora a que no se destruyan las estatuas.
Visitar en templo de Júpiter
En Split hay un sitio que te transporta a otro tiempo, ese es el templo de Júpiter, uno de los templos más bonitos de Croacia.
Al entrar en el templo, podemos ver las paredes decoradas y el techo con diferentes motivos, además de contemplar la estatua de san juan bautista.
Y algunas de las esfinges que trajo Diocleciano de Egipto.
Aunque cuando nosotros lo visitamos, habían sacado todas las obras para iniciar una restauración, tanto del templo como de las obras en sí.
El puerto de Split
Todas las ciudades de esta parte de Croacia, están muy ligadas al mar, por eso siempre hay que visitar el puerto.
Y es que desde el puero los atardeceres de Croacia son impresionantes, y no hay nada mejor para terminar un buen paseo por Split que relajarse mirando al mar
Una sensación realmente agradable para terminar una visita perfecta a esta ciudad.
Split nuestra casa.
La noche comenzó a descender sobre nosotros, y sabíamos que llegaba la hora de despedirnos de una ciudad preciosa que nos conquistó desde el primer momento que pisamos sus playas y sus calles.
Nos vamos a nuestro alojamiento donde nos preparamos para cenar y ducharnos, a la mañana siguiente debíamos de comenzar nuestro viaje pronto para llegar a uno de nuestros objetivos Dubrovnik, o Kings Landing en juego de tronos
Antes de llegar había que cruzar la frontera de Bosnia, que nos deparó alguna anécdota que os desvelaré en el siguiente post.
Pero eso será en el siguiente post…de mis Crónicas de Croacia.
Si quereis seguir viendo mas fotos chulas de Croacia, os animo a que visiteis la web de mi amigo Carlos Lorite Rodando Viajes, quien realizó este viaje conmigo y con nuestro amigo Gonzalo López
Un saludo y nos vemos en el camino
Pedro E. Juzgado