Visitando el Castillo de La Puebla de Alcocer

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Hola amigos de Turviaje.

La entrada de hoy va dedicada a una pequeña localidad extremeña y su castillo, La Puebla de Alcocer. El pueblo, situado en el noroeste de la provincia de Badajoz a 178 km de su capital. Desde tiempos inmemoriales la localidad ha estado habitada por varias civilizaciones, desde la época cartaginesa hasta nuestros días todas las culturas han buscado resguardarse a la sombra del cerro del castillo.

Hace algún tiempo visite esta villa de la comarca de La Siberia en Extremadura, jamás había oído hablar de ella, ni tan siquiera una mención. Pero Hubo un tiempo en el que fui bastante aficionado a la pesca, entonces unos amigos me llevaron a este pueblo a practicar el que por entonces era uno de mis deportes favoritos.

El pueblo se halla en un entorno natural impresionante, la dehesa que forma parte de la gran riqueza de Extremadura, pero no es solo eso ya que La Puebla de Alcocer, se encuentra muy cerca del pantano de Orellana uno de los embalses más conocidos por los que practican la pesca y otras actividades acuáticas, además también recibe parte del embalse de La Serena, uno de los más grandes de España.

La localidad también está incluida dentro del inventario de Áreas importantes para las aves, zona de especial protección para las aves (ZEPA), en el convenio Ramsar y la red Natura 2000, por lo que su riqueza natural queda de manifiesto. Esto hace que la localidad disponga de más de 20 rutas de Birding () para ver aves y que puedes consultar en www.turismopuebladealcocer.com

Desde el pantano se ve perfectamente el castillo y como ya habréis leído alguno de mis post anteriores, estos lugares me apasionan, no solo por ser magníficas estructuras construidas por nuestros antepasados sino también por su historia y por mi idea de fomentar el patrimonio cultural de nuestra tierra.

El castillo, construido sobre una mole de piedra que hace de cimientos, tiene una planta irregular con gruesos muros y dos puertas, una orientada al este y otra al oeste. Desde lo alto del castillo sus vistas son impresionantes, pues se puede contemplar con gran claridad todo el vale de la serena, lo que ayudaba a vigilar una gran cantidad de terreno.

Pero vamos a ver el interior.

En la zona inmediata a la puerta oeste, se encontraban las dependencias residenciales del castillo, en la torre del homenaje aún podemos encontrar un blasón con el escudo de armas de los Zúñiga.

En el interior de los muros el castillo está muy deteriorado, no es como otros, o mejor dicho como te lo imaginas cuando estas a sus pies. Para hacerte una idea tan solo algunos muros del interior están en pie, de las dependencias tan solo queda la campana de la chimenea.

Lo que sí es visitable y merece mucho la pena es el interior de la torre, que puede verse en su totalidad, desde las mazmorras hasta lo más alto de la misma, y por supuesto los muros por los que puedes pasear contemplando las vistas.

En el interior del castillo hay un escenario, signo de que se celebran actuaciones y obras de teatro, lástima que no había ninguna cuando estuve allí.

La entrada al castillo cuesta 1€ que debes abonar en la misma puerta antes de pasar, y aunque veo bien que se cobre por visitar este tipo de zonas, el lugar no es propicio para ellos, ya que la desolación en la que se encuentra te deja boquiabierto, e incluso diría que están perdiendo en esta localidad la oportunidad de restaurar algo tan maravilloso que podría convertirse en un referente turístico, del cual la zona podría reactivarse y no solo vivir de los pescadores.

A parte del castillo, en el interior del pueblo encontramos las llamadas casas solariegas, que son unas casas de diferentes épocas y que pertenecen a algunas de las casas nobiliarias del pueblo, entre ellas destaca la casa del inquisidor, en cuya puerta hay dos caras amenazadoras. Además de dos conventos que son de interés para el visitante. Y por supuesto también podemos ver el yacimiento de la antigua villa romana de «Lacimurga Constantia Iulia», que alcanzó su mayor esplendor en el siglo II a. C., las ruinas del “castillo viejo”, que se supone que es la antigua ciudad cartaginesa de “Akra-Leukra”, diferentes iglesias y conventos.

Y como curiosidad adicional decir que esta localidad posee el museo del gigante extremeño, que aunque no lo he visitado, puede resultar curiosa la visita a dicho museo ya que está dedicado a un personaje de la villa, Agustín Luengo Capilla, un personaje del siglo XIX que pasó a la historia por ser uno de los más grandes del mundo.

Mi recomendación es que visitéis La Puebla de Alcocer y disfrutéis de sus encantos y actividades, probéis la gastronomía extremeña y os deleiteis con las maravillosas vistas del castillo, ya que el lugar es propicio para ello y más aún en las noches de verano.

Como critica ya me he pronunciado con respecto al castillo, pero creo que debo destacar que en la localidad existen diferentes actividades para ver y disfrutar del entorno de las cuales, en mi humilde opinión no se conocen más allá de sus fronteras y de la de sus pueblos vecinos como ocurre por desgracia en muchos lugares de nuestra geografía, deberían potenciarse mucho más y aplicar las mejoras necesarias para que estos pueblos y su patrimonio se mostraran más al exterior, creando una mejor oferta turística de nuestro país.

Aquí os dejo una galería fotográfica del castillo, todas las fotos han sido realizadas y cedidas por Carlos Lorite en este enlace podéis visitar su web.

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«Un Saludo y nos vemos en el camino»

Pedro E. Juzgado

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