Girona, descubriendo Cataluña desde Barcelona

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Vamos a hacer un pequeño recorrido por Cataluña, desde las masías a Girona, pasando por algún pueblecito con encanto.

Cataluña es una región con un potencial que han sabido explotar al máximo, tanto su riqueza gastronómica como paisajística hacen de esta región de España uno de los principales referentes turísticos junto con mi tierra Andalucía.

Desde Barcelona a Sant Feliu de Guixols.

Cuando el sábado por la mañana el tiempo no acompañaba, decidimos ir a un pueblecito catalán a practicar escalada en una vía ferrata.

Sant Feliu de Guixols está muy cerca de Girona, y es un pueblo costero en el que la principal actividad es el turismo, aunque sigue manteniendo levemente su industria del corcho.

Pero principalmente está orientada al turismo familiar, dado que es un destino vacacional muy visitado.

En este pueblecito se encuentra la vía Ferrata, una vía que discurre por los acantilados y en la cual poder pasar una mañana soltando adrenalina.

Las vistas de los acantilados son impresionantes, y por su puesto bajar al pueblo a conocer los diferentes lugares que tienen una maravilla,

En el puerto de este pueblecito catalán de 19000 habitantes existen algunos bares que tienen una completa y rica oferta, desde arroces a fideuas, todas con productos marineros.

Descubriendo la gastronomía Catalana.

Para descubrir la gastronomía de Cataluña no hay mejor lugar que visitar una autentica masía, en este caso nos vamos a descubrir la oferta del Siloc, una masía con grandes platos.

Las masías son ahora los típicos restaurantes catalanes en los que poder comer de verdad, como siempre digo, la gastronomía es una buena manera de descubrir la cultura de un pueblo.

  • El Siloc:

Como la mayoría de las Masías catalanas, su historia se remonta a varios siglos atrás, dedicadas a la cría del ganado y la agricultura, estas construcciones alejadas de los urbano son como nuestros cortijos o fincas andaluzas.

Pero han sabido adaptarse a nuevos tiempos, donde el turismo influenciando las actividades clásicas ha convertidos estas Masías en restaurantes de gran calidad, instaladas en entornos espectaculares.

El restaurante es una mezcla de espacios que se combinan  para dar una sensación de intimidad al comensal. Nosotros comimos en un espacio llamado la bodega. Con capacidad para catorce personas.

En este lugar el trato es fenomenal, tengo que decirlo, tanto el personal que te atiende en recepción, como los camareros te dan un trato excepcional.

  • Hora de Comer:

Como no podía ser de otra manera, teníamos que pedir un menú de elección, ya que hay que probar todo lo posible para poder llegar al fondo.

  • Entrantes:

Todo comenzó con unos entrantes diferentes, el mío en esta ocasión fue un carpaccio de peus de porc, amb pesols y llagontins, un carpaccio de manitas de cerdo con guisantes y langostinos, un clásico mar y montaña que estaba delicioso.

Las manitas finamente cortadas se deshacían en la boca dejando un sabor espectacular, y los guisantes son de los mejores que he probado en mi vida.

  • Primer plato:

Aquí si debo decir que probé dos, y no es por gula es porque ambos me llamaron mucho la atención.

El primero fue el entrecot de Ternera, un entrecot a la parrilla en su punto justo acompañado por unas paratas y unos espárragos que espantaban los males.

El segundo de los primeros que probé fue una especialidad de la casa, la pierna de cabrito al horno. Este plato por ser especialidad estaba perfecto.

  • Postre

Como no podía ser de otra manera, la primera vez que visitas Cataluña, debes comer crema catalana.

Pues bien este postre totalmente casero del Siloc fue uno de los mejores de mi vida, perfectamente realizado, suave y a la vez delicioso me dejó sin palabras.

El azúcar quemado a la perfección crea esa pequeña capa dura que se te corta hasta la respiración al comerla. Un auténtico placer.

  • Ratafía

Quizás algunos la conozcáis, o quizás no, pero esta bebida es algo rara y deliciosa, aunque tenéis que tener mucho cuidado con ella.

Foto obtenida de Internet

Ratafía es un licor realizado con nueces verdes, que cuando lo tomas por primera vez no te fías mucho, pero al segundo trago está realmente bueno.

Aunque no debes pasarte con ella ya que la sensación de embriaguez va en aumento.

Visita Exprés a Girona

Con la panza llena, como se suele decir, nos dirigimos a Girona a ver un poco de la ciudad antes de seguir con nuestro viaje por tierras catalanas.

El tiempo apremia, la noche está cerca y ya que estamos tan cerca de Girona ¿cómo no vamos a ver la ciudad escenario de Juego de tronos?

Aun así nos da tiempo de buscar en internet un poco de la historia de la ciudad.

Gerona o Girona es una ciudad que ha estado habitada desde tiempos muy remotos, colonia romana fue uno de los puntos importante de la conquista de la Iberia.

Girona se convirtió en una de las ciudades principales de esta parte de Cataluña, creando uno de las barrios judíos más importantes, el cual sigue siendo actualmente uno de los mejor conservados de Europa.

Estas características han desembocado en uno de los centros históricos más bonitos que yo he visto en mi vida.

Por eso quizás Juego de Tronos ha elegido el lugar como escenario para su serie, y no cualquier escenario, uno de los puntos clave de la serie, sin ser malo y haciendo un poco de spoiler, donde Cersei Lannister se despoja de su máscara y desvela su verdadera naturaleza.

Por este motivo quería ver el interior de la ciudad, las escaleras de la catedral y la catedral en sí misma, porque soy fan absoluto de Juego de Tronos.

Pero para llegar a la Catedral hay que pasar por un lugar increíble, algo que me recuerda mucho a la ciudad de Florencia, y es que entre Cataluña e Italia hay mucha influencia.

Este paseo sobre el rio, con las casas de colores y los puentes es una maravilla en sí mismo, me podría pasar varias horas mirando el puente que divide las dos partes de la ciudad.

Al entrar en el casco antiguo todo parece muy familia y a la vez distinto, juego de tronos creó aquí uno de sus rincones predilectos y por supuesto es una visita imperdible.

Recorriendo las calles de Girona te das cuenta de que el turismo se ha apoderado de mucho lugares y como he leído recientemente, los viajes se han convertido en algo banal, que ya carece de ese halo del viajero.

En cierto modo es verdad, ya no se respeta tanto como antes los lugares, ahora se masifican y se ve más el mundo de otro modo, mas postureo menos curiosidad.

Divagando con todos estos pensamientos, cruzo el arco de piedra que me revela lo que he venido a ver.

La Catedral de Girona.

Esta catedral impresiona mucho, desde abajo es un lugar increíble, y recorrer sus escaleras hacia arriba convierte al lugar en algo mágico, ya se por qué fue elegida para ser escenario de la serie.

La catedral de estilo románico que se inició en el siglo XI, y fue mezclando estilos como el gótico en su nave central, se ha convertido en símbolo de la ciudad y de series como juego de tronos

Cuando te sientas en las escaleras comprendes que este lugar se ha convertido en un sitio de culto, como si de antiguos tiempos de religiones se tratara. Ahora hay mucha gente, o mucha más gente de la que cabría esperar.

El entorno en el que la catedral se encuentra es idílico, uno de los casco antiguos más bonitos que he visitado.

El casco antiguo de Girona.

Este ligar es sencillamente precioso, con las piedras grises típicas de las zonas cercanas, ha sido construido durante cientos de años como si de un capricho se tratara.

Este lugar también fue escenario de diferentes localizaciones de Juego de Tronos, con lo que pasear por aquí es sentirte ciudadano de westeros.

Con esta visita, al casco antiguo llega el momento de despedirme de Girona, no sin antes hacerme una foto que llevaba mucho tiempo queriendo hacerme.

La foto de la joven Arya Stark mendigando en las calles después de haber llegado a la ciudad de los hombres sin rostro.

Siguiendo hacia el Norte.

Continuamos nuestro camino por Cataluña, esta vez siguiendo hacia el norte a visitar uno de esos pueblecitos que son lo que gusta visitar, un pueblo con encanto.

Les Planes D´Hostoles, este pueblo quizás no os suene o quizás sí. Pero lo importante es que es de esos pueblos que cuando los visita recuerdas tu infancia, si no has tenido pueblo para veranear lo siento no lo entenderás.

Les Planes, es de esos pueblos que huelen a leña, enclavado en el corazón de un valle, rodeado de altas montañas donde la lluvia y las cascadas hacen un entorno increíble.

Lo primero que te llama la atención del pueblo son sus calles, con esos colores ocres de la piedra rodeados de un entorno verde casi perfecto.

El carrer de la Font, te lleva hacia un viejo pilón, ahora reformado que da la sensación de seguir en uso, donde las gentes del pueblo aún lavan sus ropas.

Son los pequeños detalles de domingos en iglesia, café o cerveza en bar que los que somos de pueblo sabemos reconocer.

Les planes conserva ese ambiente de pueblo, de calles vacías mientras llueve, pero sabiendo que estamos en el siglo XXI y que la vida moderna ha llegado.

En el entorno de Les Planes D´Hostoles sigue habiendo masías antiguas, y modernas convertidas en restaurantes en las que comer y comer muy bien, pero el día termina ya y es hora de marchar.

Volvemos a Barcelona a descansar y a preparar las cosas para la partida.

Este viaje por Cataluña ha sido una verdadera sorpresa, uno de esos momentos que recordaré siempre, allá donde fui siempre se me trató bien, con cariño.

Descubrí pueblos y rincones maravillosos de una comunidad que me conquistó, y a la que prometo volver más pronto que tarde a seguir descubriendo sus encantos.

Un saludo y nos vemos en el camino.

Pedro E. Juzgado

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